La implementación de una forma de trabajo más flexible se vio precipitada por la explosiva aparición del COVID-19. Las empresas tuvieron que acelerar la “transformación digital” para adaptarse al nuevo mundo que se presentaba. Pero muchas de ellas, olvidaron que toda transformación digital, implica en mayor medida, una “transformación cultural” con nuevos modelos de trabajo.
No es la tecnología, son las personas!
Si entendemos al engagement como la conexión emocional que siente un colaborador hacia la organización en la cual trabaja, y que esta emocionalidad tiende a influir en su comportamiento y productividad en sus tareas diarias; es aquí donde entra en juego el importante rol del departamento de RR.HH para sostener en el tiempo la motivación de los colaboradores e identificar anticipadamente los retos y desafíos para los próximos meses.
El trabajo presencial, remoto e híbrido serán las 3 formas de la nueva realidad laboral. Y las áreas de RR.HH deberán generar y crear engagement con estos tres tipos de colaboradores: los que quieren volver a trabajar presencialmente en las oficinas, los que no desean volver a la oficina y los que prefieren la flexibilidad que les puede ofrecer el trabajo híbrido.
Una planificación estratégica de acciones pensadas para los equipos de trabajo va a garantizar que los talentos de una empresa estén comprometidos con su misión, lo que los hará tener una ventaja frente a la competencia.
Luego de meses de aprendizaje y visualizando todo lo que tenemos por delante, nos imaginamos un presente-futuro laboral más flexible. En donde tenemos que ser capaces de poder potenciar las oportunidades de trabajar mejor, de construir relaciones y empatizar con las necesidades de nuestros colaboradores.